Thursday, October 27, 2011

Rana.













Semáforos en rojo,
campos desbastados por el olvido,
la última página de un libro,
copos de nieve como cuchillos.
No hay más que suspiros en la brisa,
que aunque salten de piedra en piedra,
como ranas cazando insectos corazones,
son como esas canciones abrigo
y el infierno ya no es tan frío.

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Monday, October 17, 2011

Miedo.

Miedo a que todo lo que parece retroceder lo haga sin parar,
a que adelante sólo haya volver,
a que el futuro me alcance y me encuentre sentada pensando en él
como si pensando se hiciera una pausa y no al revés.

Miedo a que se ensucie la claridad,
a no haber dicho todo,
a decirme con rabia y pena: te lo dije,
a que estas letras que escribo sin freno no las comprenda mañana.

Miedo a que ya no estemos cuando llegue el día
y a que un día muchos ya no estén,
como la noche cuando visita el insomnio
y el amanecer choca con las nubes.

Miedo a que los perros dejen de ladrar,
a que la tierra se abra y yo viva para verlo,
a que la risa no alcance.

Miedo a que ya no se escuche el latido de las cuerdas,
a que las voces dejen de cantar
y las lágrimas se sequen para siempre.

®

Sunday, October 9, 2011

Perder la cabeza.

La noche a veces es un autobús de euforias,
de fantasmas ansiosos de cualquier cosa que los haga aparecer en la foto.
Muchos, demasiados …
buscando parecerse para no encontrarse,
que se pierden en saltos y gritos de miedo,
pisando los pies de la gente
como si atravesaran el viento,
como cuerpos sin alma,
como si transgrediendo el espacio, el espíritu, se ahuyentaran la penas;
echando la culpa a este desorden del que son cómplices,
del que somos,
pensando que mañana todo quedará atrás,
los vasos de humo,
como lo que no es y no fue,
aunque lo que esté por dentro te encuentre
(y te encontrará).
Pero también es posible sentarse tranquilo a perder la cabeza,
también es preciso,
para poder escuchar y volver a creer.

®

Friday, October 7, 2011

Cosas que extraño (I)

Extraño el amanecer de radio con pan y café,
las flores que pegaba en mi camisa,
el pastelito de contrabando antes de almorzar,
estar a cargo de la puerta del transporte escolar,
las cotufas del bulevar en bolsita de papel,
comprar lápices, cuadernos y oler
eso nuevo que jamás imaginé perder,
la perillita del televisor
y ese televisor con la imagen de un tren,
el rojo sillón,
el atardecer pegado en la pared,
la camita y la carne molida con arroz,
la terraza prohibida,
que a la perra la bañaran en un lavamanos,
los días de librería,
haberme roto la boca en la escalera
y en la cocina el azúcar como curita,
el gato pantera,
el baño pasillo y el baño fantasma,
el desayuno con ludo de los domingos.

Hay muchas otras cosas que no recuerdo que sé que extraño,
otras que sé que no y sin embargo recuerdo.

Seguiré intentando...

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