Wednesday, September 28, 2011

Todo incluido.

¡Maten a los perros!
¡Róbense esos reales!
¡Que se caigan los aviones,
y también los techos!
¡Que se pudra la comida!
que hay camiones de mentiras.
¡Balas para todos!
para defender tus sueños,
y si queda alguno,
le disparo más promesas.

¡Lo prometo!

Tantas tristezas vienen en el paquete de la vida
que no se pueden evitar,
que montar un fábrica de porquerías y vilezas,
y además, trabajar en ella,
es una estupidez tan soberana
que se vuelve imperdonable.

Todo puede mejorar,
y nosotros, los que vamos quedando, también.

®

Monday, September 26, 2011

Rutinas.

Todos los domingos son 31 de diciembre,
la ilusión del fin,
la esperanza del comienzo,
y viceversa (en ambos casos).
Aunque uno se siente, a veces, a ver la misma película,
para cada detalle hay un momento
como en las canciones o en los libros.
Aunque todos los lunes sean primero de enero
y el caos también sea rutina,
en los árboles ninguna hoja es repetida.

®

Friday, September 23, 2011

Desvío.

Esa súbita necesidad de advertir el peligro,
tan cotidiano,
al que nos acostumbramos.
La calle negra desde hace años,
sola como la una,
salpicada de barro,
de lluvia.
Los restos de un muy tímido intento de contener la debacle
que avanza casi como el tiempo,
sin freno.
Nada,
ni una gota de luz,
ni una candelita de pote,
nada.
Los restos de ese tímido intento que parece fachada,
que si lo es, ya es una burla,
como la pintura amarilla.
Y uno,
el ciudadano insignificante
que no vale una luz, una señal, un mañana.
Mi mensaje de alerta,
de queja,
llevaba entre paréntesis: a quien pueda interesar...
así, con desdén,
porque sé,
que algunos se creen Dios cuando intentan, como dicen, tapar el sol con un dedo
ignorando que para eso, como mínimo, deben tocarlo.
Porque sé,
que a estos y a otros no parece importarles
si la vida se pierde en una señal de desvío invisible,
si la vida se pierde...
así, con desdén.

®

Sunday, September 18, 2011

Tanto quiero.

Tantas veces ha sido el momento de tantas cosas,
que pasa de largo ese tren,
que ya nadie sabe a dónde fue.

Tanto nada
que saltan los peces fuera del agua;
tampoco saben por qué.

A fuerza de espera se aprende a esperar,
nada más
y a nadar talvez.

Tanto hay también que se olvida,
que pesa o se pierde de vista,
una y otra vez.

Sobrevivir es también un porqué.

Tantas veces ha sido el momento de tantas cosas,
la vida, la marca en la piel,
sellada al vacío en el alma.

Tanto quiero, mucho,
y nunca,
nunca es demasiado.

®

Saturday, September 10, 2011

Lágrimas de sueño.

Esa tarde lánguida y extensa,
caótica y gris.
El sol y ese punto débil
en que el alumbrado fracasa,
anulando los brillos.
Tantas nubes de por medio
y ni se nota que se han ido.
Esa hora en que el día se cambia de ropa
sin que nadie lo advierta
hasta que ven instalada la noche.

®

Tuesday, September 6, 2011

El espejo.

Estaba, acalorada, dentro del probador de una tienda, bajo el efecto de un antialérgico que me permitiera cambiarme siete veces de ropa con olor a cualquier cosa,  cuando escucho a un empleado del local preguntarle a otra:
-¿Aquí entró un señor mayor hace un momento?
-¿Un señor muy mayor? -pregunta la empleada.
-¿Me estarán buscando a mí, por casualidad? -interrumpe una voz desde alguno de los probadores.
El empleado pasa y le dice que le trae los pantalones que buscaba en otra talla, etc. Hay un breve silencio por lo que presumo que el muchacho se está retirando cuando el señor aclara en un tono entre jocoso y reprochador: -Escuché que dijiste ''un señor muy mayor'', rectifica eso.
Se escuchan excusas y risas entre los dos empleados avergonzados. Yo me río para mis adentros y me quedo pensando en lo que estaría pasando por la mente de este hombre, posiblemente algo como: ...señor, señor mayor, ¿señor muy mayor?... y en la primera vez, aunque no recuerde exactamente cuándo fue, que alguien me dijo: señora.
Me hace gracia, no me importa, ¡vamos! uno crece y envejece y con el favor de Dios llegaré a ser, algún día, no una señora mayor sino ¡una anciana! sabia, ¡muy sabia! (risas).
Cada quién ve lo que es, lo que siente, lo que cree, lo que acostumbra, lo que conoce, lo que aprende, lo que hace...y esto nunca será igual para todos.

El espejo es un reflejo de la mente, ¿o no?

®

Friday, September 2, 2011

Carreteras y destinos.

Todos los rastros que se pierden en el bullicio o en el silencio.
Las marcas, en la maleta y en el suelo,
todas sus historias quedan allí
como aquel tallado con navaja: yo estuve aquí.
La oscuridad de la incógnita entre la neblina de las noches,
trabajando incansablemente,
o durmiendo, tal vez.
No es igual el paisaje de una casa, montaña o playa,
tan inspiradores en su belleza vista bajo cualquier posición del sol,
con su deseo de albergar la vida diaria;
arena tibia por las tardes,
cangrejos que salen de sus huecos,
fresas brillantes entre verdes,
brisa fría y limpia,
una café por la mañana bien temprano,
movimiento a gusto entre labores,
la luz de una vela y la sombra que hace esquina,
el horno encendido,
hambre y placer.
Aunque nunca un sueño voluntario es desgraciado,
es la invitación al destino de un momento estático
en medio de la realidad y sus capas.
En ese paisaje hay una carretera que se llevará toda la atención,
con sus líneas, su trayecto, su distancia;
y te espera.
Dibujará en tu mente un viaje hacia cualquier galaxia posible
en lo inevitable de lo que transcurre,
una sorpresa o distintas formas de verla
(que viene siendo más o menos lo mismo),
los árboles que bailan a tu paso y vas dejando atrás,
que jamás volverán a ser los mismos.
Ella es a cada segundo distinta,
con sus rampas de frenado, peajes y policías acostados,
el tráfico o la vida de cualquiera que se escurre en una lágrima,
conexiones y rupturas.
Puedes rodar sobre ella en cualquier dirección
o caminar a su lado como si la llevaras de la mano,
cruzarla o devolverte en un momento
y te hará creer siempre que vas hacia delante,
No importa si ves o no el final del camino,
si adelante hay una curva como un precipicio.
No importa si lo seguro es el desconcierto o lo desconocido,
aun con carteles que digan: por aquí o por allá.
Si te acercas lo suficiente, te hablará:
buenos días, buenas tardes, buenas noches,
te llevaré a donde sea que vayas
o regreses.

®